Por ti y por todas tus compañeras

Igual os habéis fijado en algunas noticias acerca de una portada con demasiado photoshop sobre el cuerpo de una mujer para hacerla más delgada/más esbelta/con la piel mega tersa/con escote perfecto/etc. Parece que salen a la palestra estos casos vergonzosos cada vez más a menudo. Y aunque ‘posicionarse en contra del retoque es el nuevo feminismo’ me parece too much, es un buen comienzo.

Cierto es que ya no sólo es cool estar delgada, ahora también es cool ser fit, pero tampoco demasiado, y ser curvy, pero de las de poca cintura, mucho culo y muchas tetas. Ahora sí: la celulitis, escondida. No te pases tú también con las exigencias, coñe.

El caso es que los cuerpos REALES siguen estando menospreciados y criticados con el pretexto de la salud. Vamos, que las mujeres gordas, fláccidas y/o sin curvas ‘de las buenas’, deben disimular sus IMPERFECCIONES, ‘porque no están sanas’.

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Yo cuando todos somos nutricionistas de repente.

Yo estoy hasta el coño de este tema, para qué os voy a mentir. Pero voy a seguir escribiendo sobre ello hasta que me dé la gana, o hasta que vea que no sirve de nada.

Los cánones de belleza, que tanto criticamos cuando se les llama así, los perpetuamos casi tod@s cuando vemos a una tía con un cuerpo no delgado, sin curvas perfectas y sin atisbo de gimnasio en sus carnes lucir un vestidazo ajustado, con un escote hasta el ombligo y enseñando muslos. Y no decimos: qué vestido más feo. Decimos cosas como: ‘ella que se ponga como quiera, pero si yo estuviera así, no me lo pondría’; o ‘por favor, si alguna vez me veis vestida así, no me dejéis salir de casa’; o ‘bueno, déjala: es gente sin complejos’ (como si no tener complejos estuviera fatal).

Permíteme que te señale el error, querida: con esos comentarios lo que vienes a decir es: voy de que respeto mucho todo, pero inconscientemente, SÉ (porque así me lo ha inculcado mi familia y el resto de la sociedad) que hay cuerpos de primera y cuerpos de segunda.

Es un gravísimo error pensar que son comentarios respetuosos e inofensivos: cualquier tía con un cuerpo no perfecto (es decir, ‘cualquier tía’ a secas) que los escuche, independientemente de lo que en principio se quiera a sí misma, SABRÁ que hay MUCHA gente como tú que, como poco la señalará con el dedo si decide vestirse como ‘no debe’, sentirá vergüenza ajena de ella y comentará la jugada en corrillo. Repito: como poco. Así que empezará a plantearse si debería cambiar de idea sobre la ropa, o peor: sobre ella misma.

Por eso es tan importante la concienciación, porque mirarte al espejo y fijarte sólo en lo que no consideras perfecto, es una gran mierda, amiga.

Si me permites el consejo: abrázalo todo: la celulitis, las estrías, el culo blando, los pelos de los dedos de los pies, los dientes separados, la líneas rectas donde prefieres curvas… Y sólo cuando entiendas que así eres perfecta, porque andas, porque te relacionas, porque VIVES, empezarás a ser realmente feliz, mirarás con otros ojos a las demás y valorarás los esfuerzos que hagas para cambiar lo que quieras cambiar. Pero, recuerda: porque quieres, no porque seas de segunda si no lo haces.

Porque yo viví con estos prejuicios en la cabeza hasta hace relativamente poco que, después de muchos artículos feministas, anti-gordofobia, body positive, algo me hizo ‘click’, y empecé a mirarlo todo con otros ojos.

Y ya que estoy, aprovecho para dejarlo por escrito: que me perdonen todas aquellas mujeres a las que critiqué/insulté usando como arma su físico.

Buscad vuestro ‘click’ mental. Haceos ese favor.

Tomáoslo como el ‘por mí y por todas mis compañeras’ de la adultez.

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1 comentario en “Por ti y por todas tus compañeras”

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