El machismo en la música

Los viejos rockeros nunca mueren. Pues qué faena.

El otro día pedí por stories que me dierais ideas de canciones para analizar por tener un trasfondo machista, homófobo, o simplemente, para ser un poco más conscientes de las ideas que a través de la música nos hace llegar el sistema e inconscientemente integramos en nuestro imaginario de la ‘normalidad’. 

Inmediatamente me llegaron respuestas: X canción de Maluma, aquella canción de Romeo Santos, esa otra de Ana Mena y Nosequién. 

Reggaeton, vamos. 

Y es que tenemos una idea, no voy a decir que errónea, pero sí incompleta y reduccionista del machismo en la música:

“El reggaetón es machista. Cómo no van a ser machistas los chavales con la música que escuchan ahora, cómo no van a vestirse así las chavalas si mira cómo van sus ídolas. Esas letras tan explícitas son innecesarias.”

Spoiler: no solo el reggaetón es machista y no todo el reggaetón es machista. Lo que es machista, queridx terrícola, es la sociedad en la que vives, por lo que, efectivamente, sus muestras de arte, como es la música, tendrán tintes machistas en la mayoría de sus obras. Cebarse con un estilo es, simplemente, usarlo de cabeza de turco. 

“Yo no soy machista porque escucho música de la buena, no de esa que habla de las mujeres como si fueran un trozo de carne.” 

¿Seguro? 

Si googleas “delitos sexuales de músicos” te vas a llevar una sorpresa. 

  • Para empezar, David Bowie, en una época complicada de abuso de cocaína, intentó estrangular a su esposa Angie. Tras divorciarse de ella, una fan le acusó de haberla violado violentamente, gritándola que tenía SIDA, y una novia que tuvo después aseguró que al ella dejarle, él ‘se lo tomó fatal, a la tremenda. Se dio a la bebida y cuando bebía era un ser demoníaco’. 

El liberal, bisexual, transgresor y rebelde Bowie. 

Sigamos.

  • La escritora británica Natasha Fraser-Cavassoni acusó en su libro a Mick Jagger de haberla forzado a tener relaciones.  La típica historia de una mujer que cualquier cavernícola tildaría de oportunista: hacen migas en un yate, nada de sexo, quedan en Londres, van a un concierto y después van a la casa de él. Ella no quiere tener sexo pero a él le da igual y la obliga a desnudarse y mantener relaciones. 

Qué sorpresa, ¿verdad? 

  • Pues no pierdas de vista a Elton John ni a Marilyn Manson, ambos denunciados públicamente por acoso sexual a miembros de su equipo personal de seguridad. Les tocaron y acosaron durante años, incluso Manson habría amenazado supuestamente a un ex guardaespaldas. 

Y ahora que me digan que hay que separar la obra del artista…

  • Por cierto, ¿a alguien le suena la historia de Led Zeppelin, una groupie pelirroja y un pez rojo o cría de tiburón? Por lo visto, en un hotel se juntaron algunos miembros de la banda y el mánager con una chica llamada Jackie de 17 años, fan de la banda. Al ser ya una leyenda conocida por todo el mundo, no se sabe qué hay de verdad y qué de ficción en todo esto. Lo que se dice es que ataron a Jackie a la cama y la masturbaron con un pez rojo (por la gracia de que ella también era pelirroja), que le introdujeron por vagina y ano, además de que la muchacha menor de edad pidió auxilio y nadie acudió, y que las prácticas fueron bastante dolorosas. No se sabe a ciencia cierta si ella consintió y deseó aquella sesión de sexo o no. Sin embargo, el testimonio del mánager me parece bastante revelador (y asqueroso) sobre cómo fueron realmente las cosas: “No hubo malicia ninguna, ¡de ningún modo! Nunca se hizo daño a nadie. Puede que le dieran alguna bofetada con el tiburón en un par de ocasiones por desobedecer alguna orden, pero no se le hizo daño”. Claro que sí, un par de bofetones con un pescado fresco en la misma historia en la que una muchacha de 17 años pide ayuda creo que deja entrever bastante a las claras que aquí lo que hubo fue una puñetera violación en grupo. 

Y llegadxs a este triste punto, habrá quien aun intente defender lo indefendible porque “su vida privada es una cosa y sus letras otra, así que si hablas de él como músico, juzga sus letras y no sus acciones”.

 Ok, eso he hecho.

 ¿Has escuchado “Every breath you take, de The Police? La he analizado en este vídeo. 

Así que ya lo sabes. El machismo en la música, como en el resto de planos de la vida, no es cosa de unos pocos, sino transversal. Da igual estilo musical, clase socio-económica, religión o ideología política. Es estructural y como tal hay que estudiarlo, aprenderlo y combatirlo. 

Fuentes: 

Vanity Fair

Cultura Colectiva

La Vanguardia

El País

Efe Eme

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